jueves, 26 de agosto de 2010

La Historia Iluminada: Privilegio Rodado De Alfonso X A La Villa De Almansa





Sevilla, 15 De Abril de 1262
Pergamino Manuscrito
Archivo Histórico Provincial De Albacete. Privilegios. Carp. 1- Perg. 2

Escaneado del documento
Los privilegios rodados son documentos solemnes de concesión real a una institución o persona, caracterizados por un gran signo miniado y en forma de rueda, donde habitualmente aparecen las armas reales y alrededor el nombre del monarca y de algún otro miembro de la familia real que lo confirma. Asimismo, la estructura diplomática de este tipo de documento responde siempore a un esquema preestablecido con la confirmación de prelados y otros altos dignatarios de la corte. Parece que los más antiguos privilegios se remontan al siglo XI, en época de Fernando I, repitiéndose a lo largo de toda la Baja Edad Media para expedirse los últimos en la época de los Reyes Católicos. El pergamino, habitualmente de gran tamaño, se solía cerrar con un sello pendiente del plomo, que en el caso de los albacetenses, no ha llegado a nuestros días, pues con frecuencia, estos plomos eran aprovechados como munición durante la guerra de la Independencia.
El privilegio que ahora es objeto de nuestra atención es una concesión de Alfonso X a "los christianos pobladores de la villa de Almansa, que es en la nuestra conquista del regno de Murcia", para que gocen de los mismos fueros y franquezas que tienen los pobladores cristianos del concejo de Requena. El documento se fecha, como es habitual, en la Era Hispánica, en este caso en el año 1300 que equivale al 1262 de la Era Cristiana.
Aparte de la grafía, que es la común en este tipo de documentos, y en donde se destacan los nombres del rey don Alfonso y de la reina doña Yoland (Violante), la invocación se abre con el crismón-monograma de Cristo-, inscrito en una circunferencia con las letras Alfa y Omega(principio y fin de todas las cosas.
Fotografía del Privilegio
La gran rueda del documento se centra en una cruz minuciosamente delineada en la que en alguna ocasión se ha querido ver la asturiana Cruz de la Victoria, que se dice fue la que portó el rey Pelayo en Covadonga, posteriormente recubierta de oro y pedrería, fechada en los años 908 y donada por Alfonso III a la Catedral de Oviedo; por tanto es uno de los símbolos más antiguos de la monarquía hispana, anterior a las definiciones heráldicas; no obstante, desde el mismo siglo XIII, esa cruz delimitará los cuatro cuarteles de las armas de Fernando III: Castilla, León, León, Castilla. Mucho tiempo después, en el siglo XVIII, las monedas de cobre de diversos valores en maravedís ofrecerán en su reverso una fantástica cruz florenzada, en teoría la de la Victoria como elemento separador de las armas de Castilla Y León
.
Aquí, en este documento y en la corona circular interior de la rueda se indica, en letra gótica: "SIGNO DEL REY DON ALFONSO" y en el exterior: "EL INFANTE DON MANUEL, ERMANO DEL REY ET SU ALFEREZ, CONFIRMA/EL INFANTE DON FERRANDO, FIJO MAYOR DEL REY ET SU MAYORDOMO, CONFIRMA".


(Información extraída del libro "La Historia Iluminada" editado por el Instituto De Estudios Albacetenses)
(Fotografía De Javier Peralta Medina)

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2 comentarios:

Blogger Mar-Giverny ha dicho...

Gracias por contarnos un poco de historia. Además a mi me has hecho recordar las Cantigas, tenía alguna atravesada, se me resistía en la clase de solfeo, ¡uf que tiempos!
Aprovecho para desearte un feliz fin de semana.
Besos.

27 de agosto de 2010, 12:53  
Blogger Unknown ha dicho...

Para eso estoy,je,je,je. Mujer, el tema de Las Cantigas siempre me ha encantado(llámeseme raro), pero es así, sacaba buenas notas en Historia.
Yo te deseo lo mismo...
Un abrazo, reina

27 de agosto de 2010, 13:11  

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