sábado, 17 de octubre de 2009

Ruta Del Canal De Los Ojos De San Jorge Desde Casas Viejas




Seguimos la Ruta De Los Ojos De San Jorge, desde la cercana población de Casas Viejas, y vamos siguiendo el camino que hasta allí nos lleva. Nosotros hemos salido desde Casas Viejas por que vamos con niños, y no es cuestión de machacarlos con 16 km de ruta (ida y vuelta).
A todo lo largo del camino, hasta el cruce, nos encontramos con multitud de parcelas.Vemos el Canal por donde antes transcurrían las aguas que daban servicio a Albacete. El lugar está frecuentemente visitado por caminantes y ciclistas.
De todas formas, el viaje vale la pena, ya que jugamos con la visión del campo manchego y sus grandes barbechos, aunque a lo largo del camino, nos encontramos con muchos chopos plantados a los lados.
Antiguo Brotadero de agua
    .                                       La vegetación también está compuesta por olmos, planta y arbusto bajo, cardos, alguna acacia despistada y rosal borde, todo ello siempre bordeando el Canal De Los Ojos De San Jorge. Como curiosidad, y al igual que en la Laguna de Acequión, se han dispuesto zonas deportivas para el usuario.

Los Ojos de San Jorge son parte del conjunto formado por los antiguos brotaderos, surgencias, lagunas y humedales al SO y O de la ciudad de Albacete, que perduraron hasta la segunda mitad del siglo XX. Las algunas de El Salobral, Fuente del Charco, la Estacadilla, Hoya Vacas, Albaidel y Acequión, entre otros brotaderos de menor importancia, son testimonio todavía de los humedales que fueron.
El “karst” superficial, presente en el territorio a escasos decímetros de la superficie, es el responsable de estos afloramientos y de la transferencia subterránea de las aguas a su través.

Los “Ojos” no son extraños en la llanura manchega, donde el desmantelamiento de la capa caliza genera pequeñas depresiones que dejan al descubierto el nivel freático. Son conocidos los Ojos del Guadiana, en Argamasilla de Alba, y en el entorno albaceteño los Ojos de Villaverde y los más cercanos de El Arquillo, con agua todavía.
Los del llano albaceteño se secaron a partir de la década de los setenta del pasado siglo, cuando la puesta en riego de decenas de miles de hectáreas con aguas subterráneas provocó el descenso de los acuíferos, incluidos los freáticos y superficiales que alimentaban estos humedales o surgencias.
Los Ojos de San Jorge en la historia de Albacete:
Hacía 1363, tuvo ligar la cesión a Chinchilla de la mitad del agua del río Balazote, perteneciente entonces al concejo de Alcaraz. Para su utilización era imprescindible la construcción de un canal que habría de recibir las aguas procedentes de Acequión, convergente aguas abajo con otro menor que drenaba las aguas de las lagunas de Albaidel y las Albaidas.
Hacia 1483, se construyó el canal de los Ojos de San Jorge para incrementar los caudales del anterior y, con ello, la energía suficiente para mover algunas piedras de molino. No es de extrañar, por tanto, que el acondicionamiento hidrológico del oeste de Albacete fuera un factor decisivo en la emancipación de la antigua aldea albaceteña respecto al concejo chinchillano, en 1375.
De la magna obra colonizadora de don Juan Manuel, en el siglo XIV, se derivaron consecuencias decisivas para el futuro de Albacete, favorables unas y desfavorables otras. El encauzamiento y canalización de las aguas del oeste permitió el rescate de tierras encharcadas, el riego de otras y la instalación de molinos, importantísimos entonces; pero de estas actuaciones se derivaron efectos muy negativos algunos siglos después.
La primitiva red, deteriorada a principios de la Edad Moderna por causa de la crisis agrícola, produjo avalanchas, inundaciones y catástrofes,
incrementadas en intensidad y frecuencia por la “pequeña edad glacial” y por la deforestación (especialmente intensa en el siglo XVIII) practicada tanto en el llano como en su entorno montañoso.
La construcción del canal de María Cristina fue la respuesta a aquella situación, agravada hasta términos tan insospechados que hicieron pensar incluso en el abandono de la villa de Albacete.
Alumbramiento de los Ojos de San Jorge
La huella de don Juan Manuel, infante de Castilla, es patente todavía en la toponimia de la llanura. Valga como ejemplo el llamado Río de Don Juan (que así se denomina todavía a un tramo del río Balazote), así como la aldea de La Lobera o el canal del mismo nombre, coincidentes ambos con el de la espada del infante, la cual, según él, tenía poderes mágicos.

Son frecuentes también en el territorio las devociones a San Blas, santo del que era devoto don Juan Manuel. Balazote celebra su fiesta mayor en honor de este santo, y otro tanto sucede
más al sur en las pedanías de Abuzaderas y Cerrolobo, pertenecientes entonces al concejo chinchillano.                                       
        El topónimo San Jorge, tiene que  ver con una ermita ubicada en sus proximidades, herencia a su vez del influjo de la Corona de Aragón en estas tierras. Recuérdese el patronazgo de San Jorge en Aragón y en Cataluña.
El abastecimiento de agua a la ciudad de Albacete
El día 15 de abril de 1905, el rey Alfonso XIII apretó un botón eléctrico y el agua brotó en la fuente del Altozano. El agua procedía de los Ojos de San Jorge. Se levantó a la sazón un depósito de recepción directa en el lugar que hoy ocupa el mercado de Villacerrada, para ser impulsada mediante potentes motobombas hasta el principal y de mayor capacidad, ubicado en el Alto de la Villa.
Finalizaba así un proyecto que venía arrastrándose desde 1835, el cual tenía como precedente, a su vez, el iniciado en 1793 por el corregidor Godino, reinante en España don Carlos III de Borbón.
(Tipo de piedra porosa a base de caliza, muy habitual en la provincia,trabajada por el agua, habitual en lugares con mucho curso del liquido elemento)  
El manantial de los Ojos de San Jorge se encontraba en terrenos de don Saturnino López, prócer albaceteño que los cedió generosamente para beneficio de la ciudad.  
 Previamente, en 1903, había quedado constituida la Sociedad de Aguas Potables de Albacete, cuyo primer presidente fue don Gabriel Lodares Lossa, alcalde de la ciudad.                                                                            



Formaban parte de ella varios personajes, cuyos nombres rotulan varias calles albaceteñas: Pedro Martínez Gutiérrez, Juan García Más, Saturnino López y Dionisio Guardiola son sólo parte de una relación más extensa. En honor de éste último se levantó una fuente monumental con farola, más conocida popularmente como Fuente de las Ranas, recientemente cambiada de ubicación al final del paseo de La Libertad.
El agua de los Ojos de San Jorge abasteció a la ciudad hasta principios de los años ochenta. La desecación del manantial milenario y el crecimiento acelerado de Albacete obligó a buscar su abastecimiento en pozos de muchas decenas de metros de profundidad, centenares en algún caso, hasta que el descenso alarmante de los acuíferos y la contaminación química de origen agrícola aconsejó el abastecimiento de la ciudad con aguas del Júcar, tomadas del acueducto Tajo-Segura.

(Fotografías De Javier Peralta Medina)

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