martes, 8 de septiembre de 2009

Pueblos De Albacete: Elche De La Sierra

Hay muchos pueblos en la provincia de Albacete, cada uno de ellos con características peculiares en sus formas. Elche de la Sierra es uno de ellos. Es un pueblo de transición entre el llano de Hellín, y la dureza de los paisajes serranos, a la vez que es una población cosmopolita, ya que donde vayas te encuentras a alguien de aquí.
Esta es su historia:
(Estos datos han sido recopilados de la Revista "La Semana" realizada en Hellín el 16 de Abril de 1923 y publicada en el número 38 de Enero de 1991 de la Revista de Elche de la Sierra "La Poza").



Circula la fábula de ser esta villa de creación reciente; de que su nombre arranca de una antigua choza de pastores a la que se denominaba "El Chocico"; que alrededor de esta choza se hicieron otras construyéndose algunas casas que luego llegaron a formar una aldea, pedanía del Ayuntamiento de Ayna, y que siguió llamándose "El Chocico", de cuyo nombre, por corrupción, se formó el de Elchecico, con el cual se le denominó hasta época muy reciente.
Peno no obstante, el Canónigo de la Catedral de Cartagena, do Juan Lozano, en su libro, publicado en 1794 sobre las Ciudades subterráneas de la Batestania y Contestania, afirma ser la antigua "Ilicis Batistana" que estaba asentada en las riberas del antiguo río Tader (hoy Segura) y cuya fundación es tan antigua por lo menos como la irrupción de los romanos en España, pudiéndose atribuir una antigüedad de 2500 años. Corroboran este aserto, los enterramientos, vasijas de barro saguntino y vestigios celtíberos y romanos, encontrados en su pedanía de Villares.
Afirma el mismo Canónigo Lozano, que esta Ciudad antigua debió ser de fundación griega. Y en efecto, palabra griega es Elche, que significa Apóstata o Renegado; pero conjeturando por los datos que puede suministrar la historia antigua de España, resulta, que en las cartas geográficas de la España Cartaginesa, solo figuran en la Batestania Alcaratium (Alcaraz), Asso (Isso), Turbula (Tobarra) e Illunun (Hellín).
Más según Argaiz, con los hebreos que fundaron Hellín, debieron llegar algunos griegos, en época en que las riberas del Tader (Río Segura) se encontraban salvajes, viviendo sus habitantes en algún que otro caserío y chozas, constituyendo la antiquísima comarca de los Marsos.
También hay hacia Bogarra, en las proximidades de la dehesa de Ayna, un caserío, que existe actualmente, denominado El Griego, en el que los aficionados a deducciones históricas pretenden encontrar un rasgo tradicional que acusa la influencia griega en la antigüedad.
Sin embargo, las ruinas y vestigios Romanos desenterrados en su término, los fuertes murallones de argamasa, señales indudables de una Ciudad romana, unidos a la inscripción del patricio Galio Fuscino, que allí existió como verdadero señor de aquellos lugares y a cuyas expensas se edificó la Curia, sobre Peñarrubia, tan opulenta en antiguos fragmentos, demuestra, según Don R. Mateo Guerrero, que la antigua Illici disfrutaba ya en edad remota el título de colonia o municipio por su rango e importancia.
Y en efecto, en su término de Villares y Retamar, se han descubierto monedas de Constantino y Tiberio que acusan, por lo menos, algunos años de existencia anterior a la Era Cristiana.
Aparece también, de antecedentes que obran en el archivo de Toledo, acerca de este pueblo, que tuvo gran importancia en tiempo de los árabes cuya influencia acusa la villa aún en nuestros días; que se entendía entonces de la Olivica a Vicorto, teniendo dos castillos para su defensa; que fue destruido casi totalmente en los últimos años de la reconquista, pero de cuya denominación árabe quedan como prueba irrefutable, ruinas de una mezquita, de casucas y de inconfundible estilo mudéjar; la empedradura de sus calles, que acusa la influencia morisca, y su sistema agrícola, que no
deja duda alguna que estuvo influenciado también por el musulmán de remotos tiempos.
Según los propios datos del archivo de Toledo y los de la historia del antiguo reino de Murcia, en 1492, a consecuencia del Decreto Real de expulsión de los judíos, una caravana de hebreos renegados, autorizada por los Reyes Católicos, se estableció de nuevo en las ruinas de Elche antiguo, mediante la promesa de no hacer manifestación alguna contraria a la Católica religión. Reedificó esta caravana la Villa. Y de aquí seguramente arranca la generalizada creencia de su moderna fundación.
Desde Agosto de 1302, perteneció a la Corona de Aragón, según sentencia que promulgaron en Torrellas los jueces árbitros Don Dionisio de Portugal, el Infante Don Juan de Castilla y Don Jimeno, Obispo de Zaragoza, elegidos por Don Fernando 2º de Castilla y Don Jaime I, en la contienda sostenían sobre límites de los Reinos de Valencia y Murcia, de cuyo juicio de arbitraje se levantó acta en 1308, en la que se decía: "que del más soberano lugar de Villena do parte término de Letur, según que ataja el agua del Segura, con Tobarra o con Hellín o con Cieza que todos estos lugares que son dentro de estos mojones etc. etc., fincasen del dicho Rey de Aragón".
En 1874, las fuerzas carlistas, fusilaron en las Radas de Férez a unos empleados del ferrocarril, internándose por Elche de la Sierra, donde cometieron algunos desmanes, hacia Andalucía siendo batidos y dispersos junto a Bogarra por las fuerzas reales.
Hasta nuestros días…
La proxima entrada versara sobre la Iglesia de Santa Quiteria

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