Las Malvas

Cada vez que voy por el carril-bici y llego al semáforo, allí las veo. Desde que mueren y renacen, crecen, florecen , y vuelven a morir. Llevo varios años observándolas, allí, ellas solas, sin nadie que, aparentemente se fije en ellas, tristes, ajenas al mundo que les rodea. Viven su vida, y lo mismo les hubiera dado estar ahí, que en un campo de trigo, o en una grieta en el asfalto. Ellas son las malvas, un grupo de flores que allí viven, como he dicho antes, ajenas a todo...
¡¡¡Que duras son, las jodías!!!