Paseando Por La Ribera De Cubas: De La Recueja A Alcala Del Jucar

Alcala del Jucar lo tiene todo. Paisaje, Río, Turismo , e incluso, una de las plazas de toros mas curiosas de la geografía nacional, como podéis ver en la foto que acompaña el texto.

Esa forma de tortilla que podéis ver en la imagen lo dice todo. Es de una forma irregular, curiosa y llamativa, y que por su origen tuvo que ser una lucerna paleocristiana. Ahí es "na". Para los que no sepan lo que significa, ahí va:

Lucerna: 

Según las leyendas, la Lucerna es una embarcación fantasmal, que navega las aguas de Chiloé, al igual que el Caleuche. Se dice que el interior de la nave es mágico, ya que se cree que es tan grande como la tierra misma; y a una persona le tomaría toda una vida para poder cruzarlo caminando de proa a popa. Esta característica mágica de la nave Lucerna, sería para cumplir su trabajo como transporte, para llevar en sí, a la luna creciente y la menguante. 

Si lo miramos así, no va mal encaminada. Pero en fin, cada cual que saque sus propias conclusiones. 

Una vez allí, dejamos el vehículo aparcado, y nos encaminamos, por una bajada adoquinada por piedra de río, llegamos a la misma entrada. El pase por verla es de 1 €. Pagadlo, vale la pena.

Desde arriba del castillo, la vista es impresionante, divisándose todo el pueblo desde un lado, y la vega del río desde el lado derecho.

Si después decidimos bajar, lo haremos desde una cuesta suave, y llegaremos, después de ver unas calles preciosa y blancas, a la iglesia de San Andrés. Esta pequeña iglesia, encajada en la ladera del cerro donde nació Alcalá esconde, pese a lo reducido de sus dimensiones, una gran variedad de estilos artísticos, que abarcan desde el gótico tardío del siglo XV hasta el estilo neoclásico del XVIII.Esta iglesia parroquial es una de las estampas clásicas de Alcalá pero, además, su torre es una de las mejores atalayas que existen para apreciar el casco urbano de la villa, declarada conjunto histórico-artístico en el año 1982.

Su sobria fachada neoclásica, hecha en la piedra caliza de la zona, destaca al primer golpe de vista por su estilizada torre de cerca de 70 metros de altura, rematada en un característico chapitel piramidal, obra del arquitecto Lorenzo Alonso. El estilo rectilíneo, espartano, del exterior contrasta con la riqueza interior del templo, de planta latina tradicional, y que cuenta con dos bóvedas neoclásicas, una bóveda gótica tardía y una cúpula, rematada a su vez con un cimborrio que se puso en los años 60 del pasado siglo. Precisamente, en las pechinas que sostienen la cúpula se pueden apreciar unas pinturas dieciochescas de gran belleza. Pese su gran valor histórico artístico, la Iglesia de San Andrés presentaba indicios de grave deterioro, especialmente en la techumbre. También una parte del suelo de la cabecera tuvo que ser reconstruido, a raíz de unas obras realizadas en 2003. Actualmente , se encuentra en plena reforma.

Seguimos bajando, y desde esta iglesia, podemos ver como corta el rió a Alcalá en dos partes. Desde el puente podemos ver la silueta impresionante del castillo, mientras el agua sigue su curso.

Es un puente de origen romano,de sillería y de seis ojos, pero en el siglo XVIII fue reconstruido. Era paso obligado en el Camino Real de Castilla a Levante, por lo que cobró gran importancia durante los siglos XIV y XV, convirtiéndose en aduana.

También era parte integrante de paso por parte de los peregrinos, como atestigua esta placa que se encuentra en la entrada del puente, y que ha sido puesta por un grupo de ellos.

Pues ya sabéis, coged el coche un fin de semana, y largaos a pegar cuatro "patás" al suelo, y dedicaros a pasear por este histórico pueblo, que a mas de uno le va a dejar los ojos abiertos de par en par, de la piedra que deja historia en cada poro.