Arboles De Albacete Y Provincia: La Encina O Carrasca
Este árbol está muy repartido en toda la provincia, y sobre todo, en la zona de La Roda, Tarazona, La Fuensanta, Villalgordo del Jucar, aparte de la zona de la Sierra.
La encina común o carrasca es uno de los árboles más emblemáticos de la cuenca mediterránea y de la Península Ibérica. Conocida desde el punto de vista científico como 'quercus rotundifolia', pertenece a las familias de las fagaceae. El nombre 'quercus' proviene de palabra celta quercuez, que significa árbol hermoso.
Su silueta de copa redondeada se puede ver sobre todo en los campos castellanos y andaluces y ofrece una sombra amplia y compacta. El árbol alcanza hasta los 15 metros de altura y dispone de un tronco corto de corteza quebradiza. Crece rápidamente y tiene una longevidad muy elevada, siendo capaz de vivir hasta 700 años, e incluso más.
Sus ramas, no demasiado gruesas y entramadas, albergan hojas perennes de verde oscuro con una forma que puede variar dependiendo de las diversas variedades. El haz tiene un color más oscuro y el envés es más claro. El pecíolo oscila entre los 3 y 10 mm. La encina florece entre abril y mayo. En los extremos de las ramas nacen los amentos masculinos, que tienen un tono amarillo brillante. Las flores femeninas son menos profusas y abundantes que las masculinas.
Suelos y cultivo
Aunque sus distintas variedades admiten todo tipo de suelos, la encina prefiere suelos calizos sueltos y profundos. Soporta bien la escasez de agua y las temperaturas extremas. Es una especie muy resistente, agradecida y que requiere pocos cuidados. Aguanta todo tipo de podas, ya que en el campo es capaz de volver a nacer después de incendios y talas.
Puede desarrollarse perfectamente hasta los 1.400 metros sobre el nivel del mar. Frecuentemente crece en forma arbustiva (es cuando se denomina chaparra). El encinar se suele utilizar como dehesas, es decir, en forma de árboles dispersos y con pastos en el suelo, lo que hoy supone un ejemplo de equilibro entre ecología y explotación agrícola y ganadera.
La madera es de gran calidad para generar calor, por eso es muy buena para ofrecer leña. Su multiplicación se consigue sembrando su fruto, la bellota, aunque, en general para conseguir plantones de buena calidad es mejor recurrir a huertos-semilleros que se suministran con semilla procedente de magníficos ejemplares de encinares de distintos lugares.
Aparte del uso mencionado de las encinas como recurso ganadero en las dehesas (los cerdos alimentados con bellotas dan los mejores jamones) esta especie ha tenido infinidad de aplicaciones desde la antigüedad hasta nuestros días.
Su madera es muy dura e imputrescible, por lo que se emplea para fabricar piezas que tengan que soportar gran rozamiento, como en carros, arados, parquets, herramientas, etc., así como en pequeñas obras hidráulicas y en la construcción como pilares o vigas. Además resulta una excelente leña para quemar y para hacer carbón vegetal, que constituyen los principales combustibles domésticos en amplias zonas de España.
La corteza cuenta con gran cantidad de taninos, por lo que es muy apreciada en las tenerías para curtir el cuero, y junto con las hojas y bellotas machacadas se prepara un cocimiento que resulta ser astrigente y útil para desinfectar heridas.
Las bellotas más dulces, además de alimentar al ganado, resultan comestibles para los humanos por lo que se comen a menudo tostadas como otros frutos secos, o en forma de harina para hacer un pan algo basto.
Fotografías De Javier Peralta Medina
Etiquetas: Arboles De Albacete Y Provincia
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