viernes, 19 de febrero de 2010

Arqueología Agrícola En Albacete: El Collerón, El Horcate Y El Ubio

Uno de los instrumentos antiguos que servían en el campo para trabajar la tierra,en el siglo pasado y en los anteriores, era el collerón, un dispositivo realizado en madera y cuero forrado,usado como elemento de labranza para llevar al animal (burro,mulo, buey, etc) e iba colocado detrás para evitar que al labrar se hicieran daño con el horcate. 
Si era para dirigir un animal, se le llamaba collerón (del latín collum), y si era para dos, se le llamaba colleras.
Las partes del collerón eran el tapacuellos, dispuesto en la parte superior,los colgadores en ambos lados, como podéis ver, los manguitos, que se encontraban en la parte inferior, y la unciera, que era para atarlos, e iban cosidos y dispuestos en los manguitos.
La otras partes del horcate (del latín furca)son la villorta, que es la punta de la parte superior, la media luna, que es el espacio central, y los francaletes, que aunque en esta foto no se ve, consistía en una correa con la que se unen los tirantes del horcate.
Normalmente, y cuando se unían dos animales se utilizaba el ubio (en otros lugares yugo, en latín iugum), como podéis ver en la fotografía inferior izquierda).
Seguiremos este proyecto más adelante con algunos elementos típicos de la labranza en la provincia, actualmente en desuso, quedando ahora como objetos meramente decorativos.
Estos elementos de los que hoy hemos hablado, se encuentran en una aldea de Yeste, llamada La Tejeruela, muy cercana a Moropeche.
También decir que los vocablos que se utilizaban para designar estos instrumentos, son de por sí, bastante curiosos, aunque como habéis leído, casi todos derivados del latín.

(Fotografías De Javier Peralta Medina)
¡Que duro era el trabajo en el campo!




(El texto ha sido extraído y adaptado por mí, de la revista Zahora nº 31, y escrito por Manuel Cabañero Hergueta)

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3 comentarios:

Blogger ◊ dissident ◊ ha dicho...

De esos aperos no tengo, pero el "collaró" del caballo que tiraba del carro de mi abuelo, o los "campanillos" del mismo caballo, las "esquelles" de las vacas y "esquelletes" de las ovejas, y también un pesebre, siguen en la casa de mi madre (la de los abuelos)y donde nací. Sigo apreciando todo aquello. No conocí a mi abuelo (era ganadero) y siempre lo he lamentado, además dicen que me parezco a él.
Un saludo (rústico)

20 de febrero de 2010, 3:28  
Blogger Unknown ha dicho...

Tienes un gran "tesoro" sentimental, que vale más que el oropel. Consérvalo, amigo...

20 de febrero de 2010, 7:53  
Blogger ◊ dissident ◊ ha dicho...

Uno de los grandes tesoros que tengo, realmente, y mi memoria, que a pesar de que las benzodiacepinas se la están cargando, todavía espero tener la suficiente para poder contarle muchas cosas a mi hijo.
Un abrazo

20 de febrero de 2010, 11:49  

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